POLONIA. DÍA 2 KRAKOW

Nos despertamos ilusionados y con muchas ganas de visitar la ciudad. Para desayunar, tenía pensado pedir un globo, pero aunque el apartamento esta súper bien, no tiene mesa con sillas para desayunar cómodamente, sólo tienen las de los escritorios. Así que hemos mirado varías cafeterías y hemos ido a una de ellas a desayunar en donde tenían una zona de juegos para los peques.

Antes de salir, nos abrigamos para el frio polaco, pero o hemos tenido suerte con el clima o hace más frío en los Monegros cuando estamos una semana con niebla y sin ver el sol… Con todo preparado y la cartera llena de Eslotis (que es la moneda local), comenzamos nuestro día según lo planeado.

Después de desayunar hemos ido a sacar los billetes de bus que son un poco curiosos, Tienes que calcular el tiempo que vas a utilizar el transporte. Hay 2 opciones; billetes de 20 minutos (para usar todos los medios de transporte durante ese tiempo) o de 60 minutos (con las mismas condiciones). En general para ver la ciudad con el de 20 minutos llegas a los barrios más importante, además puedes combinar el billete entre tranvías y autobuses urbanos. Billetes en mano, nos hemos ido a la parada del tranvía para llegar al primer destino, la Plaza de los Héroes en el Gueto y hemos visto el monumento de las Sillas, que recuerda a las victimas judías del Gueto. En este barrio durante la II Guerra Mundial, sólo vivían judíos y al resto les recomendaron abandonar el barrio. En esa plaza era donde decidían que hacer con los judíos, si iban aun campo de trabajo o a uno de exterminio, de hecho hay varias excursiones y tour para visitar Auschwitz.

En una esquina de la plaza se encuentra la farmacia del Águila, la cual hemos visitado. Esta farmacia pertenecía a una de las pocas familias Polacas, no judías que decidieron no abandonar el barrio y con la farmacia consiguieron salvar muchas vidas, ya que estaba abierta 24 hora y era refugio y vía de escape para muchos de ellos. En este barrio también se encuentra la fabrica de Oskar Schindler. Tanto la farmacia con la fabrica, fueron sitios muy importantes durante la guerra ya que Oskar Schindler, sólo contrataba judíos para salvarlos (hay una película sobre ello: La lista de Schindler). La fabrica, convertida en museo, la tenemos prevista visitar mañana.

Hemos callejeado un poco por el barrio hasta llegar a la iglesia de San José que se encuentra en la plaza Podgórze. Otros año, en esta plaza, había un mercadillo navideño, pero este años han hecho algún cambio. Continuando el tour planeado hemos cruzado el río hasta llegar al barrio Kazimierz, que es el barrio Judío de Cracovia. Es un barrio muy auténtico en donde hemos llegado por casualidad a Judah food market, que es un rincón muy chulo bordeado de food truck con comidas diversas. Aquí hemos comido una hamburguesa tradicional polaca, que no nos ha gustado mucho, hemos sacado algo más simple para los peques con patatas, hemos probado el café (caro, pero muy bueno) y de postre hemos probado las típicas chimney, que están buenísimas. Las tienes sólo con azúcar y canela, con Nutella y con muchas cosas, pero hemos ido a la tradicional que mancha menos.

En el barrio hay varias sinagogas pero hemos decidido no entrar, ya que en todas piden entrada y no teníamos ganas.

Más tarde, hemos cambiando de barrio y hemos llegado a la zona del castillo Wawel. Hemos tenido que buscar un baño (al preguntarle a un matrimonio, muy amables, como no sabían explicarnos bien en Inglés, nos han acompañado hasta uno). Con las vejigas vacías, hemos ido en busca del dragón dragón . Pensábamos que era de pago y resulta que nos lo hemos encontrado en el paseo. El castillo es súper bonito por afuera, por dentro se puede entrar, pero lo hemos descartado porque era muy grande y tiene que dedicar mucha tiempo y no nos da.

Seguimos paseando por la calle Grodzka, que estaba decorada con luces, pero aun no era suficiente de noche para estar encendidas y por la calle vimos unos carruajes que son muy típicos de aquí, los cuales puedes contratar para hacer un mini paseo por el centro y también vimos a Papa Noël merendando en un bar… cosas que pasan.

Subimos hasta Stare Miasto para coger un bus que nos llevaba directos a Garden of Light. Un jardín iluminado con muchas luces y esculturas de luz, el cual nos ha encantado. Abría a las 4 de la tarde y ya era de noche, sobre las 3 y media empezaba a anochecer.

Cuando nos hemos cansado, hemos cogido otro bus y hemos vuelto a casa. Aunque antes de subir al apartamento, hemos ido a cenar a un restaurante comida típica y calentita… Con un plato, nos hemos equivocado, pero lo demás estaba todo buenísimo.

Después de cenar, hemos vuelto al apartamento y nos hemos ido a dormir. De momento ¡Nos esta encantando!

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