Hemos encontrado un día libre en nuestro verano y hemos decidido que ya era el momento de que los peques subieran a los ibones de Anayet.
Subimos el día de antes a pasar la tarde a la zona de la ermita de Santa Elena. Aparcamos en el dolmen y subimos hasta la erminta, ya que es un agradable paseo de apenas 1.3 km que se hace un una media hora aproximadamente. Durante el camino hay varios puntos en donde hicieron frente durante la guerra civil que están tal cual los abandonaron. La ermita es pequeña y simple, pero tiene un encanto y unas vistas que la hacen especial.
Tras escalar un rato por las piedras y ver la cascada de debajo de la ermita, bajamos para ver el dolmen y volver a la furgo.
En esa zona, de momento, esta permitido pernoctar y nosotros en alguna ocasión hemos pernoctado ahí, pero esta vez queríamos acercarnos un poco más a la zona de salida de ruta.
Llegamos al parking de la estación de ski de Panticosa, en el cual también hemos pernoctado varias veces y ¡Hemos flipado!. Estaban los 2 parkings llenos y casi no había ninguna plaza, así que aparcamos por los pelos, cenamos y a dormir.
En el Valle de Tena es uno de los que más turismo recibe a lo largo del año. Es de fácil acceso, hay muchas actividades varias para todos los gustos y todas las edades. Hay ocio de verano, otoño e invierno… y por lo tanto, siempre hay mucha gente. En principio hay como 2 AC de pago (en La Cuniacha y en Sallent de gallego). Están haciendo otra en la zona de balneario de Panticosa. Y está el parking de la estación de ski de Panticosa, en el cual tienes una zona en la que puedes pernoctar (sólo pernoctar, nada de sacar mesas y demás ya que la guardia civil pasa de vez en cuando y te avisa… o te multa).
Nosotros decidimos dormir ahí a lo seguro y por la mañana madrugar e ir al parking del Portalet, desde donde empezaba nuestra ruta. Subiendo si que vimos varias zonas en donde había furgos aparcadas que posiblemente si que habían pasado la noche ahí, pero como nosotros viajamos con niños y tenemos que levantar el techo… vamos a lo seguro.
Llegamos al parking del Portalet y aparcamos, desayunamos, se cambiaron los peques que aun iban en pijama, preparamos mochilas y comenzamos la ruta.
Para nosotros iba a ser la cuarta vez que visitamos los ibones: La primera la hicimos con unos amigos desde el corral de las mulas, la segunda solos también desde ahí, la tercera con el club de montaña que subimos he hicimos el pico rollo, el culivillas, hicimos vivac en los ibones y subimos hasta el pico Anayet bajando por el canal Roya y la cuarta esta, como familia.
La ruta en sí es fácil y llevadera, son unos 14 km con unos 600 metros de desnivel. Primero asciendes por las pistas de ski y llegas a un pequeño ibón muy cuqui. Continuando la ruta se pasa por una zona de piedras grandes hasta volver a coger la senda que llega al llano de los ibones de Anayet. Es un rincón de los más bonitos del pirineo, nos encanta.
Una vez ahí, nos acercamos a ver el ibón alto y el ibón bajo de Anayet, en el cual había cientos de renacuajos… Estando ahí, no nos podíamos perder las vistas a canal Roya, que desde arriba son espectaculares. Estábamos dando tiempo a que asomara el Midi d’Ossau, pero hay unas nubes que no terminaban de marchar y, esta vez, no lo pudimos ver.
Comimos en los ibones y decidimos volver, muy contentos de la ruta, del tiempo y del rato pasado en familia.
Esperamos poder subir pronto… aunque viene Agosto y es un mes que sobre todo en el pirineo, solemos evitar porque se masifica.