Tocaba despedirse de Disney, ya que todo lo bueno lleva a su fin. Ahora nos tocaba cruzar todo París para llevar al camping y pasar ahí las siguientes tres noches para visitar la ciudad del amor.
Llegamos un poco antes de la hora prevista pero nos dejaron entrar a la parcela. Aparcamos, descansamos un poco, nos duchamos, comimos y nos fuimos directos a Montmatre a visitar esa zona de la ciudad.
Salimos del camping y cogimos un bus y un metro para llegar. Al haber sacado las tarjetas, teníamos los viajes reducidos. Como organizamos y miramos muy bien los viajes, llegamos sin problema a destino.
Las primeras impresiones de Paris, son muy buenas… visitamos todo el barrio que es súper bonito, tienen muchos rincones muy acogedores y llegamos a la plaza de los pintores, un lugar lleno de artistas de diferentes técnicas y diseños. Seguimos callejeando y sin buscarlo, encontramos el muro del amor, que yo ya lo daba por perdido, nos hicimos unas fotos y descansamos un poco en el mini parque que hay enfrente. Nos encantó cada rincón, este barrio tiene un encanto especial.
Paseando y callejeando, llegamos al Moulin Rouge, uno de los lugares más típicos de todo Paris, famoso por sus actuaciones de cabaret. Para acabar el día, queríamos ir hacia las galerías Lafayette, pero ya no nos daba tiempo ya que la terraza panorámica cierra pronto. Así que cogimos el metro y nos acercamos hacia el arco del triunfo. Lo vimos desde fuera de la rotonda, contemplando su grandeza y más tarde nos acercamos entrando dentro de la rotonda en donde esta colocado a través de un paso subterráneo. Nos impresionó mucho pensábamos que era más pequeño y es muy bonito con mucha historia en el monumento en sí como en cada detalles que lo componen.
Luego ya volvimos directo al camping a descansar un poco, a cenar y a dormir.