Comienza la temporada de furvi y nos dirigimos a unos de los pocos rincones que nos quedan por visitar en el Pirineo Aragonés. La primera parada que hicimos fué en en la iglesia de San Andrés de Sasabe. Pequeña iglesia del Románico en donde se puede apreciar detalles como el ajedrezado Jaqués propio de la zona. Cuenta la leyenda que aquí estuvo el santo Grial y está dentro de la ruta del Grial Aragonesa.
Los pueblos de montaña tienen todos mucho encanto… Queríamos visitar uno de ellos antes de dormir y fuimos a Esposa, ya que una amiga nuestra desciende de ahí. La visita nos encantó.
Se acercaba la noche y fuimos a dormir a un park4night muy tranquilo a pasar la noche… Aunque está noches esperamos la visita de alguien muy especial. A nuestro pequeños se le ha caído el diente y creemos que va a venir el Ratoncito Pérez.
Como era de esperar… Vino el ratón y trajo un detallito.
Desayunados y con la ilusión de la noche, nos dirigimos hacia el valle de Aisa e hicimos una bonita ruta circular para hacer en familia de unos 5.8km y apenas 230 m de desnivel. Toda la ruta discurre por el Barranco de Igüer dentro del Valle de Aisa 🌿. Casi todo el desnivel se encuentra en la subida del principio y luego apenas hay. Es muy entretenida ya que hay que cruzar varios riachuelos y a los peques les encantó.
Cuando acabemos la ruta nos dirigimos a comer en el Soto de Abi en donde hay un pequeño merendero y está el río muy cerca para poder comer, jugar y descansar… Eso sí el agua está un poco fría.
Desde ahí , queríamos hacer una ruta circular que llega a la cueva de Abi y continúa hasta llegar al plano de Abi y bajar por un bosque, pero llegamos solo a la cueva, no queríamos saturar a los peques. La subida hasta la cueva es bastante empinada y discurre por un encantado bosque de hayas que en otoño debe ser espectacular. La llega a la cueva nos decepcionó un poco. Es una mini cueva, por decir algo. Cueva vista, decidimos bajar a disfrutar un poco más del río y volver para casa.