Este finde pasado queríamos hacer montaña y desconectar… así que decidimos hacer un poco de camping y pocetas.
Las veces que hemos ido a hacer ruta por el cañón de Añisclo (sitio muy recomendable para visitar) al final del recorrido circular, siempre nos llamaba la atención un camping y su accesibilidad a unas pocetas que alguna vez teníamos que probar… así que llegó el día.
Subimos el sábado después de comer, aparcamos, pusimos la hamaca y pasamos la trade de relax y jugando en familia. Después de cenar nos fuimos pronto a dormir y sin despertador nos levantamos al día siguiente listos para disfrutar de las pocetas.
Nosotros somos precavidos y como nos conocemos la temperatura del río… cogimos hasta los neoprenos para los peques, y nada más tocar el agua ya los estaban pidiendo.
Fuimos remontando el río y las diferentes pocetas comprobando que en según que zonas estaba el agua más caliente (o menos fría). Pasamos una mañana muy tranquila y refrescante y cuando hicimos hambre, volvimos a comer al restaurante del camping. Podíamos elegir menú o raciones y nos decantamos por un par de raciones y una pizza para compartir.
Nos lo pasamos tan bien que seguro que repetimos…. y el siguiente finde, me da a mi que va a tocar otra vez río.
Bichos Mochileros 