Papi bicicletero vuelve a competir en esta Gran Carrera y nosotros volvemos para acompañarlo. Esta carrera desde que conseguimos la primera inscripción ha estado llena de incertidumbre constantemente, con cambios de fechas, anulaciones, etc. Tras varios intentos, en el 2020 papi por fin consiguió por fin plaza para poder hacer la carrera, con tal mala suerte que llevo el covid. Tras varias anulaciones y cambios de fechas, al final puedo hacerla por primera vez en el 2021, año en el cual el número de participantes había disminuido a unos 6.000 inscritos de los cuales sólo unos 1.200 valientes se atrevieron a salir con las condiciones climáticas previstas para esa fecha.
Volviendo a este año, cogimos la furgo y el viernes nada mas comer nos dirigimos a Sabiñanigo para coger el dorsal y descansar antes del gran evento. Este año la incertidumbre estuvo en el recorrido de la carrera, ya que el paso de el Portalet estaban en obras por desprendimientos de días anteriores, aunque por suerte se pudo mantener su recorrido original.
Como acompañantes este año no puedimos ver la salida ya los peques estaban agotados y no se pudieron despertar. Pero una vez despiertos fuimos a dar una vuelta y hacer tiempo a que llegara Papi. Lo primero que nos llamo la atención fue la gran cantidad de gente y furgos que había, ya que la otra vez no estaba en su máximo explendor. Con los peques pasamos por la zona de los helicopteros y estuvimos esperando a que despegara uno de ellos, ya que les hacia mucha ilusión. Después nos acercamos a la zona de Pirenarium y fuimos a pasear por las maquetas que hay con los monumentos más importantes de la provincia de Huesca y alguno que otro de la Comunidad Autonoma de Aragón. Personalmente me alegre al poder acceder a la zona de maquetas ya que hacía muchos años que las habíamos visto y llevaba muchisimo tiempo cerrada. Lastima que estaban muy deterioradas, pero nos alegramos ya que estaban muchas pendiente de restaruración y eso es que llevan idea de volvee a abrir.
Los peques querían ir a ver las bicis y nos acercamos a la meta, con tan buena suerte que justo llegó el primero de la quebrantahuesos, Alejandro Valverde. Como hacia mucho calor y a Papi aún le quedaba un rato, nos fuimos a comer al bar de pirenarium que tienes la opción de un menú por 15€, hamburguesas y bocadillos. Además tienen una zona con juguetes varios que para hacer tiempo con los peques esta genial.
Se acercaba la hora de la llegada de Papi y fuimos hacia la meta, y la verdad que lo calculamos bastante bien porque tuvimos que espera poco.
Una vez acabada la carrera tocaba darse una ducha, ir a por la medalla y la comida y así hicimos. Lo que nos llamo muchísimo la atención fue lo bien organizado que estaba todo con la cantidad de gente que había. Porque son unos 12.000 ciclistas, pero a ellos hay que sumarles en muchos casos familias, amigos y acompañantes. ¡BRAVO POR LA ORGANIZACIÓN!
Medalla en mano y agotados… volvemos a casa con ganas de volver al año que viene.