El cañón de Añisclo es una de las visitas imprescindible del pirineo Aragonés. Como es un sitio tan espectacular, siempre hay muchísima gente con lo cual es recomendable evitar visitarlo en temporada alta.
Aprovechando el cierre provincial, pensamos que era un buen momento para evitar esa masificación y la verdad que acertamos, aunque ya se sabe que siempre hay gente.
La ruta es circular y puede hacerse íntegramente en coche, aunque lo buen es aprovechar para hacer una ruta aunque sea corta ya que el cañón esta dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido y cada rincón de éste merece la pena visitar.
A pocos kilómetros de empezar, hay una zona donde se puede dejar el coche y bajar al cañón a través de un bajadero con unas cuantas escaleras… abajo hay unas cadenas para poder acercarse a una canalización donde se puede apreciar que parte del agua de la zona es agua caliente. De echo hay unas pocetas por ahí, que tenemos que encontrar y probar, que dicen que son de agua caliente…
Continuamos ruta y llegamos al parking del Parque, que lo están arreglando. Es pequeño pero tienes la opción de dejar el coche a un lado de la carretera. Suele haber algún forestal que te indica y controla la zona.
Una vez aparcados hicimos la ruta de la ermita de San Úrbez. A buen paso son unos 45 minutos, con 50 metros de desnivel. Nosotros, como últimamente nos las tomamos con calma nos costó un poco más… así como 2 horas y media, pero descansando y comiendo en el recorrido. Es una ruta muy agradable ya que hay mucha sobra y muy agradecida.
Una vez acabado el trekking llegamos al coche y continuamos la ruta circular en coche.
Bichos Mochileros 